He sido testigo de cosas terribles, alegres y hasta metafísicas. Pero lo narrado a continuación, asombró al por mayor mi escepticismo. Declaro que todo lo sucedido fue tan real como el Duende que vive al final del Arco Iris. Los nombres de los protagonistas fueron cambiados, para proteger la identidad de los valientes hechiceros.
Akróvata
Zuly (Zulema bautizada católicamente) había muerto. Sobrepasada por los hongos traídos de su iniciático viaje por la selva peruana. Su ansía de conocimiento espiritual rebalsó lo humanamente sostenible y desplomó su cuerpo sobre el sillón. Nadie sabe dónde fue su alma. Manos verdes tiraban de ella, con la fuerza de
Palito, hundido en la hipnosis del chocolate, esgrimió un conjuro “¡No! Nunca la abandones ¡No! Puentes amarillos”, intentando salvar a su compatriota. Pero fue inútil, ni sus rebeldes dotes de hechicero pudieron con los lazos del averno que se multiplicaban. La pared estoica apretaba, alentando las ánimas carroñeras.
Dos testigos que de casualidad se habían unido al festejo, absortos ante tal duelo de magia; fueron dragados en todas sus moléculas. Alimentando aun más la ira del Barquero y su milicia.
Celeste, luego de haber pedido el más tierno deseo para la humanidad; juntó sus manos, orando, ardiendo en toda su brujería para que Zuly, o lo que sea de ella en el otro mundo, encuentre su rumbo de descanso. Caronte y su ejército de manos verdes retrocedieron, hundiéndose nuevamente en el tan temido azufre.
2 comentarios:
ZULEMA NO MURIO!!! ZULEMA VIVE!!!
MUERTE A CARONTE!!!
¡Yoly te banco de acá hasta los anillos de Saturno!
Si te presentas como candidata a Presidenta, además de votarte obligo al resto a hacerlo.
Besos.
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