martes, 22 de enero de 2008

sábado, 19 de enero de 2008

HOY

Hoy sólo quiero
un abrazo en silencio
hoy sólo necesito
tapar el vacío

Hoy sólo quiero
saciar en ti el hambre
hoy sólo necesito
ahogar este calambre

Hoy sólo quiero
un beso de color
hoy sólo necesito
una pluma en el tambor

Hoy sólo quiero
quedarme en la trinchera
hoy sólo necesito
cruzar la frontera

Hoy sólo quiero
tus yemas en mi oreja
hoy sólo necesito
liberar la madeja

Hoy sólo quiero
derrumbar el edificio
hoy sólo necesito
no caer en el desquicio

Hoy sólo quiero
un poco de amor
hoy sólo necesito
un poco de amor

viernes, 18 de enero de 2008

MALDAD

Era la maldad lo que deseaba. Finalmente y luego de tantas órbitas lo supo. El pecado primigenio, el crimen por naturaleza. Ese demonio de una sola cabeza y portal infinito. Mil fotografías no hubieran podido retratarla como la muerte que es.
Una peregrin
ación de siglos y allí estaba, enroscada al árbol. Desnuda. Una escalera arriba, otra invisible y una más al costado izquierdo, invertida por supuesto. “¿Dónde están las señales?”, si no fuera por los lentes negros la noche le hubiera arrancado los ojos. “Maldita búsqueda” y sin embargo llegamos sin saber y buscamos aún con más curiosidad. Su lengua de menta, refrescante y sudorosa, un himno a la Huerta de Dios. “La furia” pensó, es tanta y a pesar de todo sus escamas no me reflejan. Hipnotizan sus ojos pero sin pedir nada a cambio, “¿Qué vendrá luego?”.
Su potus, el Sr. Vladimir Strogonoff concebía todo desde la mochila. Sus hojas, únicas en toda la especie producían una crema curativa. ¡Cuantas veces la habrá usado antes del encuentro! “¿Se cura la maldad?”.
Desenrolló su cuerpo del árbol. Increíble que alguien pueda tener ta
nta destreza sin brazos ni piernas. La cuchara fue la primera herramienta que tuvo. Púrpura y de un material indescriptible en palabras, cálido se podría decir pero no agregar más. Profundamente cóncava y tan sensual. Cucharadas de tierra había alimentado y más energía necesitaba.
199 años habían transcurrido de la farsa del Y2K y un siglo redondo de la última Gran Guerra Global (G.G.G.). Una vez más la iglesia (sí, la Católica) lo había hecho. Salvo las obedie
ntes vacas todos eran perseguidos y arrojados a la Marmita Exorcisadora.
Mientras el planeta se hundía en otra fuga santa la serpiente pedía a siseos que la llevara con él. Toda una cruzada en honor a su gran héroe Tibor McMasters. Debía atravesar el Desierto de las Ostras para llegar a… otro sitio y así.
Dejó la manzana y no realizó talladura alguna en el árbol, pero aceptó a la serpiente y entonces él, la cuchara y el potus sanador siguieron rumbo al Desierto de las Ostras sin ni siquiera interesarse por lo que vendría luego; lo único a lo que aspiraba era encontrar un bar karaoke abierto las 24 horas. Sacudió el estiércol de sus borcegos y continuó la marcha cantando un tejano blues….

Hello there, my old friend
Not so long ago it was´til the end
We played out in th´ pouring rain
On our way up the road we started over again…



lunes, 14 de enero de 2008

HADA DE FUEGO (LLAMA 1)

Sobre el océano
entero, inalcanzable, inabarcable
rodeándola con los brazos
en caricias silenciosas

Recorre una comisura de labios dulces
polen encendiendo fuego
pide a gritos el agua azul
por un segundo volviéndose noche entera

Frontera carnosa que divide
la respiración del beso completo
en partes aumenta el deseo
hacia un final que es principio

Aroma de luna
aquí el sol
elevado a la temperatura asesina del pensamiento
despedazando la somnolencia del árbol

domingo, 13 de enero de 2008

MIS AMIGOS

Las virtudes de un caro champagne
no curan
las violaciones del corazón
creyéndose el más Kill Bill de todos

Mis amigos son
esos seres
de alma infinita
bravura y dulzura

Reparten sin mirar
suero anti futuro
ganas de andar
prendido a su amor

Duendes del presente
estallan en la espalda
sus mundos de amaneceres
cuentos que alguna hora hemos de publicar

De primaria y ciudad austral
de negros y azules
de cámaras y teatros de ambar
de frecuencia modulada y revistas

El alma se reformula
¡cirujanos de la ternura!
la paleta donde la pintura crece
canta la unión por esa copa de iluminación

viernes, 11 de enero de 2008

ALIVIO

Los árboles no eran de latex
y sintió alivio
Jesús no fue vertiginosa cocaína
y sintió alivio
dos pececitos abandonaron la Gestapo
y sintió alivio
fue agua transparente
y sintió alivio
con o sin tí murió en la canción
y sintió alivio
la voluntad hormigueó lejos de la pantalla
y sintió alivio
creó sin vos
y sintió alivio
lo externo se volvió accidental
y sintió alivio
Delfos limpió las cenizas
y sintió alivio
la sombra aceptó su amistad
y sintió alivio
la locura fue lo real
y sintió alivio
el jardín colgante despertó sin asfalto
y sintió alivio
la eternidad fue vientre
y sintió alivio
un beso de la luna llena
y fue alivio

lunes, 7 de enero de 2008

INMERSION


Antes de echarse a volar, la serpiente emplumada lo penetró en los ojos y escarbando con su pico púrpura en el oído le dijo: “Lo que te encuentras percibiendo es un enigma, un misterio que únicamente puede aceptarse con asombro y humildad”. Finalmente las moscas se fueron. Luego de escuchar al reptil siguió con el ritual sagrado de asar a la Barbie en la parrilla, así hasta que el último pelo rubio se consumió. Chocó la palma de sus manos, buscando abrir los ojos, esos ojos que a todos nos nacen en la mano y sirven para ver lo que no queremos ver o en algunos casos, tememos ver.
“Si fuera un murciélago me convertiría en vampiro y andaría por ahí, viviendo de la sangre de los otros” pensó. Mientras, adherido a su espalda, como una sanguijuela, el Vampiro real intentaba calar su corteza. Odiaba todo. Sólo las formas le interesaban, esa oscura figura que miente y viola. Una mochila de cementerio pesando una tonelada.
Una vez más para contrarrestar el tóxico, se tentó con el arco. Se expandía y se contraía. Se tensaba y se calmaba. Savia chorreaban sus paredes y aún más, su lengua se tentaba, contagiando a los leones. Con los dedos convertidos en tentáculos de luz comenzó la búsqueda. Nosferatu no soportó tanto azúcar y su existencia se tornó arena, disolviéndose, siendo esparcida en el aire por los coletazos de los dos pececitos guardianes. Agradeciéndoles la cura se perdió dentro del arco.

El código de barras titiló, pidiendo consumo y despertó. “Puedo soportar la distancia” escribió en la piedra, con el jugo que exprimió del tesoro. Agotado de cruzar puentes y más puentes plantó bandera por un tiempo. No podía evitar que su parte cibernética calculara y agregó más electricidad a los circuitos. Recordó una vieja frase que había oído alguna vez, cuando se prendía fuego: “Tardamos cientos de años en crear un flor” y se sumergió en el batido de hidrógeno y oxígeno.