domingo, 16 de diciembre de 2012

Los opuestos de la muerte



Besar los pies del ocaso,
su mirada salobre
un puñal certero en la médula espinal
abriéndome como a un pez verdeamarillo.

Atravesar la danza blanca
del orgasmo que muere en sus manos,
fundirme con el vacío del deseo por venir
y ser por ese instante teñido de cárdena marea,
la noche eterna.

Amanece,
y en el punto cardinal donde luchan
la última noche y la hora crepuscular
corporiza un grito de azufre,
ambivalente, naciendo bífido hasta reunirse en la médula,
neonato hechizo plateado que atrae y aleja
mis muertos, fantasmas y espectros.

Poseído por el grito
añoro mi anterior cuerpo de grifo
otrora rey de los cielos y la tierra,
mas en el día presente,
sitiado por las venas de una ciudad desconocida
todos miran como si nada ocurriera
mientras alguien arde desaforado
como un búho blanco y rabioso
volando directo a la diana del sol.


domingo, 9 de diciembre de 2012



 Fingir la muerte
y bajar hasta bailar
una danza sin brazos.



jueves, 6 de diciembre de 2012

Viajeros



Por la baranda bajo la lluvia
mil sapos escudándose
con hojas verdes y púrpuras
¿peregrinando o escapando?
Nadie quiere responder
todos quieren averiguar,
encontrar un desierto
fuera del cementerio.

Más atrás, cantando en la medianera
una columna de grillos ciegos
marcha al descubierto
empapándose del cielo.

Montando caballitos de mar
hadas con alas de repollo
se unen a los viajeros,
llevan en sus ojos azules
la sal del mar,
llevan en sus alas escarlata
las nervaduras del tiempo
¿peregrinan o escapan?
Nadie quiere responder
todos quieren averiguar,
encontrar un puente
hasta el fuego del viento.


sábado, 24 de noviembre de 2012

Cómoda cobardía



Mi cuerpo
escenario hecho planeta
arrasado en silencio
violado por decreto.
No es un espejismo,
es verdad hay sed
pero nadie resiste,
penosamente se entregan 
con las bocas pobladas de rouge.



miércoles, 21 de noviembre de 2012

¡Chacales!



Miro mis manos buscando
sólo encuentro 
estatuas de chacales,
parecen tener fiebre
lo que sí está confirmado
es su mirada asesina
¿Cuánto llevarán ahí?
Si no estuviera encadenado
quizás les caería en gracia.

Bajo el horizonte emerge
una tormenta,
las estatuas ni se inmutan
tampoco interrumpen
sus tenaces mordidas 
a mis palmas. 


sábado, 17 de noviembre de 2012

Zapatos de calavera para viajar en el tiempo



 Los zapatos estaban hechos de calaveras, blancos y pulidos, de fiesta y para baile. A simple vista parecían de seda. “¿Para qué son?”, le pregunté. “Son para viajar en el tiempo”, respondió, alegre y alucinada como una nena que juega. Sonreí asombrado, y ella enseguida se dio cuenta que no le creí porque me tomó de la mano derecha y sin decir nada me llevó por el pasillo. Lo recorrimos dejando atrás varias puertas (algunas abiertas, otras cerradas) hasta que llegamos a un vano al que le faltaba su puerta.
Era la habitación de servicio, sin luz y muy chiquita. Sobre el lado derecho había otra puerta, la abrió y allí estaba: una esfera plateada y eléctrica. Como un planeta de masa tormentosa con rayos y centellas envolviéndola, moviéndose como la cabeza de Medusa.
El espectáculo visual era increíble pero el sonido estaba muerto. Inmerso en el más profundo silencio la esfera flotaba a medio metro del piso. Ella me miró y hablando convencida me dijo que íbamos a viajar en el tiempo, que me quedara tranquilo que hacía varios días que venía haciéndolo, que siempre salía todo bien salvo por un pequeño detalle.
“Siempre viajo hacia atrás en el tiempo, nunca adelante; la verdad es que no entiendo el mecanismo ni la lógica del viaje y te soy sincera, tampoco quiero averiguarlo, por lo menos por ahora”, fue lo último que le escuché.
Su mano desgranó rápidamente hasta que quedé agarrando el vacío, yo seguí de largo atravesando la esfera; desapareció sin descarga eléctrica alguna, fuerza o temblor que me sacudiera. Nunca más volví a verla o saber de ella. Aún la extraño, mucho, demasiado.

***
“¡Otra vez me volvió a ocurrir!” me dije. Otro viaje, sola y al mismo lugar, con los colores y muebles más frescos. Hice lo mismo que al final de todos los viajes anteriores: salí de la habitación y volví a caminar por el pasillo. Crucé varias puertas (algunas cerradas y otras abiertas) hasta que en una habitación lo vi a mi hermano. Estaba con su siempre cuerpo flaco y escuálido como el de una lagartija, pero con músculos marcados y fibrosos; estaba hermoso.
Sin saludarme pero cálido y entrador como era, me preguntó por mis zapatos. No dudé en contestarle (llevaba tanto tiempo acumulado con ganas de hablar con él que absorbí las lágrimas; nunca le gustó verme llorar), no dudó en reír y preguntarme si lo estaba cargando. Lo tomé de la mano, me siguió; unas cuantas puertas después estábamos en el cuartito de servicio. El contenido era diferente pero el uso que le dábamos era el mismo. Curioso pero decidido, mi hermano abrió la puerta interior contigua a la entrada del cuartito y con los ojos como los de un camaleón quedó prendido de la esfera, quieto, aguardando que le dijera algo.
“¡Mirá!” le dije y de la mano lo llevé a la esfera eléctricamente plateada. El viaje duró unos segundos, lo mismo de siempre. Dí un respiro largo y acongojado, y comencé a caminar nuevamente por el pasillo mientras me pregunto si me creerá.



lunes, 12 de noviembre de 2012

Pájaros



 Aves en sueño
livianas de libertad
de cisne, sin hundirse

ni perderse en
ningún puente, nadando
la inmensidad.





viernes, 2 de noviembre de 2012



La luz de todas
las luces, insaciable
y finita sed.



domingo, 28 de octubre de 2012

Hondo, hondo como un niño hasta el fondo a cazar el kraken






 
No tiene agujas
ni está enjaulado,
el tiempo,
anda hambriento y salvaje  
por los márgenes de la sangre.

Frágil al amanecer
desgarra el deseo 
hondo al anochecer.

domingo, 21 de octubre de 2012




Puente y árbol
en manos eléctricas
a resguardo del frío.




miércoles, 17 de octubre de 2012

Chacarita desde el balcón





Dos árboles pelados, cadavéricos,
encorvándose lento sobre los techos plateados
absorven el humo blanco de las pocas chimeneas.

Los edificios más altos vigilan sin levantar persianas
y algunos esqueletos de las nuevas torres
van copiando el oficio.

Es lunes a media mañana
y a las antenas no les inmuta,
ni siquiera
a la que tiene forma de cruz.

Quizás, en las paredes de grietas enmasilladas
hayan ocultas las películas de viejos inquilinos,
quizás esa franja de pintura negra
corriendo quieta hacia el patio interno
sea un río de almas transparentes,
quizás, sólo a las hormigas
les llegue su aullido.

Cruzando el vacío,
junto a un tanque de agua,
tres enormes números de neón
son el fantasma de lo que ardieron.

Adelantándose al medio día
ladridos de balcones acompañan 
a un compañero muerto,
no será su destino
el rejunte de huesos custodiado 
por los muros de atrás del parque.

"¡No, no quiero eso!", pidió,
"Denme alas, cuatro patas
o hasta una razón humana,
pero nunca un entierro
o un archivo de olvido".
                                     

domingo, 14 de octubre de 2012





Caballo azul
de piernas olvidadas,
respira fuego.



martes, 9 de octubre de 2012

El suicidio de las sombras



Era de noche, no había nubes y quien sabe adónde habían ido la luna y las estrellas. Parado sobre la vereda observaba dos edificios tan blancos como fríos, de unos cuatro pisos de altura y estilo francés como las embajadas de la avenida Libertador.
La calle se interponía entre nosotros, parecía hecha de la misma textura vacía del cielo. Hacia la parte izquierda de atrás de los edificios había una casa más baja, más chica también y aunque su forma era borrosa (también los colores) desprendía una calidez pacífica. Sabía que en ella estaba mi hermano y hasta él quería ir, pero entre nosotros se interponían los dos edificios.
Aunque tenía por delante mi destino no podía dejar de mirar hipnotizado los dos edificios, así fue como mientras recorría ventana por ventana una figura humana, plana y negra, comenzó a pasarse de uno a otro. ¿Cómo saltaba de un edificio al otro sin salir? Fue algo que me pregunté todo el tiempo que allí estuve. Luego, la figura, rápida y decidida, abrió hacia arriba una ventana (no recuerdo si del primer o segundo piso del edificio de la derecha), y como una bala salió despedida una sombra, más pequeña y con una figura como la de un animal de cuatro patas. Fue con tanta decisión y prestancia el salto, que lo primero que sentí fue una morbosa curiosidad de ver cómo se estrellaba en el asfalto. Pero ese momento nunca llegó, ni llegaría.
La figura humanoide y negra se deslizó hacia otro piso (“¿Cómo va tan rápida y sigilosa de un piso a otro?”), abrió nuevamente una ventana y siguiendo el ritual una nueva sombra, más chica que quién deslizó hacia arriba el ventanal, saltó hacia la calle y segundos antes de estrellarse se disipó como una débil niebla o incluso, por momentos parecía que tuviera consistencia digital y sus píxeles se difuminaban hasta desaparecer por completo. Inmediatamente la figura plana abrió otra ventana de otro piso y la escena volvió a repetirse. Una, dos, tres y más veces durante todo el tiempo que allí estuve.
“¿Por qué se suicidan las sombras?” me pregunté y volví a repreguntar cada vez que una de ellas saltaba y se desintegraba antes de estrellarse contra el piso. Entre admirado y con las ganas sangrientas de verlas romperse en el piso, permanecí viendo el espectáculo. Aunque al mismo tiempo (mientras cada tanto me repetía la pregunta sin responder) una nostalgia y melancolía me subían por el pecho hasta estrujarme la garganta; una sensación azul de pérdida me paralizaba. Mientras, la casa con mi hermano adentro me esperaban y yo, seguía viendo a la figura humana abrir las ventanas para que las sombras saltaran.

domingo, 7 de octubre de 2012

El pescador



Peces y monos
el pescador regala
a los niños del andén.


sábado, 29 de septiembre de 2012

Pequeño


"es la hora en la que toda la luz se desespera por brillar
y toda mi sombra se estremece al sentirse sabida"
L. A. Spinetta


Un agujero en el cielo se traga lentamente el barrilete. Anunciado hace rato, en palabras que los especialistas están acostumbrados a decir fríamente y que él ya sabía, con sólo ver cómo la frescura de la piel se dilapida, se vuelve seca y amarillenta, con pequeñas placas oscuras que primero tomaron los órganos, para luego hacerla padecer en la superficie. Él sabía que en cualquier momento el teléfono iba a sonar para avisarle del deceso, o que ella comenzaría con una leve descompostura enfrente suyo y el resto de los hermanos; de varias maneras imaginó el desenlace.
Mientras, su mujer con el nuevo ser adentro suyo lo acompañaba. Le mostraba las batitas que estaba tejiendo, los móviles que compró en una feria para colgarlos arriba de la cuna; le contaba de las pinturas que en algún tiempo más le iba a dar, porque ella quería que su hijo pintara o fuera músico, o por qué no las dos cosas. Anhelaba que su alma hablara a través del arte. Él la miraba, feliz de ver a la madre de su hijo soñando por el pequeño. La abrazaba, le daba un beso en la frente y luego desparramaba muchos más en esa panza, que estaba redonda y tan llena de vida como la Tierra.
Al mismo tiempo sus manos querían retener a la cometa que se alejaba, seguía su marcha entrando en el hoyo del cielo. Pero contra algunas cosas no se puede ni sirve pelear. En un extraño equilibro que cuesta comprender, como si todo estuviera armado en círculos para que nada quede librado al azar, una flor nunca se marchita sin que otra despliegue sus pétalos al sol.
En cuestión de segundos, en la madrugada de un martes, la futura madre rompió bolsa, él rápidamente la llevó al sanatorio y a las dos horas el pequeño Joaquín se aferraba a las manos de sus padres. La abuela hizo el esfuerzo, con mucho amor propio a la mañana siguiente estaba junto a su hijo y nieto. Procurándole concejos a la primeriza madre sobre cómo darle la teta, cómo bañarlo o como arroparlo. La mujer mayor, con el pecho lleno de alegría por haber cumplido y sin energías, se despidió de la madre, de su hijo y del nieto. Nadie lloró, nadie rió, sólo hubo expresiones hechas con el corazón que para el rostro son imposibles de reproducir.
Al día siguiente la nueva madre y su hijo fueron dados de alta, esa misma noche el teléfono sonó anunciando que el orificio que había en el cielo ya no existía más.

Mayo de 2006

lunes, 24 de septiembre de 2012

Cansancio



¿No se cansan las
estrellas de mirarnos
como nos incendiamos?

viernes, 27 de julio de 2012

Solo Haiku



Esta tristeza
de puerta clausurada
de fin de compañía

domingo, 22 de julio de 2012

Fausto


No era una rata
tampoco una sirena
quizás un centauro o súcubo,
no recuerdo,
las orillas son borrosas
y nadie tomó nota.

Recuerdo sí
dientes y pezuñas 
su piel de piano
su magia hipnótica
ofreciéndome agua a cambio
de mis ojos.

Recuerdo también
convencerme a mí mismo
de aceptar mi propuesta.

viernes, 20 de julio de 2012

Hoguera


La casa es un libro
una hoja elegida al azar
la habitación
varias mujeres desnudas
vocales abiertas
a sus espaldas
contorneantes consonantes
creciendo hasta el cielo raso
son cobras negras
yo soy mi letra
un verbo
de nombre disfrazado.

La oración con cuerpo de chispa
comienza el incendio
el fuego se hace círculo
en el centro del miedo
nuestro final es recitado. 

jueves, 12 de julio de 2012

Fantasma


Desnuda canta
de vacío en vacío
todas las noches
cree que convence
a la eternidad de aceptarla.

domingo, 1 de julio de 2012

Cielo de tortuga


En las nubes acampan seres sin ojos ni forma, tristes con lenguas de rayo y armados con violines. 
Formados en falange macedonia encapotan el cielo, endureciéndolo como un caparazón de tortuga. 
Planean, planifican, aguardan el momento de la invasión.
 

viernes, 8 de junio de 2012

Carne, otra vez...


Olas de amanecer
acarician la resurrección
¡¿Otra vez, otra vez!?
Respira, pregunta, la voz
¿Cuánto faltará para ser luz?

Sopla la resignación
vientos de dolor
¡¿Otra vez, otra vez!?
¿Cuánto faltará para ser sol?
Otra vez...otra vez
anochece en crucifixión. 

lunes, 21 de mayo de 2012

Desprendimiento

"...y la eternidad: máquina de cualidades fatales"
A. Rimbaud


Encontrar un espacio
desprendido del Universo
y en un instante espantoso
ser infinito y voraz
deseo

martes, 15 de mayo de 2012

Cuando escriba una canción será esta

Sobre cuerdas agoniza
su lengua vieja,
terca escriba
que no desecha la infancia,
sin embargo
el tiempo es imparcial
y constante,
entonces
frente a los huesos de las piernas
aullidos perdidos
iluminan la escalera.

Son las rodillas las que caen
y el cuello latiendo
el que desborda.

lunes, 14 de mayo de 2012

Alicia, la del policial negro

Alicia desconoce que está dentro de un marco dorado, que puede ser una pantalla o una pintura, y que flota en un vacío negro. Desconoce que un nombre, paciente y transparente, mira desde afuera. Tiene puesto una piel de espectador y corre por su cuerpo sangre de centauro. No lo sabe pero el nombre también flota del lado del vacío, mirando, con ganas de entrar.

Alicia parada en el medio del rectángulo hace de frontera, del lado izquierdo un mundo de colinas verdes y cielo azul, nubes blancas que animadas rondan al sol. El espectador aprecia la perfección con que los píxeles se unen dando vida a ese idílico escenario, ¡hasta un arco iris cruza sobre el río! Alicia mira los colores, paradita con sus brazos firmes sobre el cuerpo y las manos quietas. Le da la espalda al otro mundo, al gris, al neblinoso que cubre el empedrado de la calle desierta. El silencio arrancado de un policial negro no es atracción para Alicia. Pero el espectador todo lo ve. Y amaga en movimientos hacia adelante a querer entrar al cuadro.

Alicia lo mira, lee en su mirada las ganas de zambullirse y lo invita con su manita a saltar, a entrar. Colgado ya el nombre del dorado marco, balancea sus letras entre el afuera y el adentro. No puede dejar de escudriñar a la joven y sentirse atraído por su belleza simple. Blanco y celeste su vestido interfiere entre los dos mundos. Entonces, para tomar coraje, para que el deseo suelte sus caballos de carrera, el nombre se imagina paseando de la mano con Alicia por una galería de arcos blancos sobre la costa. Siente el agua llegar mansa al borde de la galería, degusta la mano de Alicia perdiéndose en la suya. No aguanta más, la sangre brava le pide ese cuerpo, lo obliga al encuentro de los mundos, le ordena que salte.

La caída es rápida. Ahora el nombre también es límite entre un bosque idílico y un policial negro. La toma a Alicia de su mano izquierda y ve como apenas las manos se trenzan su vestido comienza a empequeñecerse, hasta que los volados del borde se detienen en la cintura. El viento que pasa de un lado otro sin fijarse cómo es cada mundo, qué los hace latir, vuela libre por la entre pierna de Alicia. El nombre cede sus miedos a tal espectáculo comenzando a asombrarse de lo que ve. Alicia con su cara y manos de carne y hueso, carga un pubis de plástico brilloso, de Barbie lisa sin sexo.

El nombre se pregunta si Alicia sabe con lo que carga, se pregunta por el futuro y se carajea por haber saltado al marco. Sin soltarla se imagina que tal vez la calle del empedrado gris y neblinosa lo conduzca a algún crimen sin resolver, a una aventura sin arcoiris de plastilina. Alicia le habla en el pensamiento y lo invita a imaginar una caminata juntos, de la mano y por las arqueadas galerías. El nombre no puede dejar de pensar en el pubis liso, en el vacío negro que dejó atrás y en el plástico inerte que lo llama. Intuye, más bien sabe que va a ir en búsqueda de un crimen para resolver.

sábado, 21 de abril de 2012

La coleccionista de peces

No va a dormir más
lo tiene decidido
no va a comenzar más oraciones
con "no"...
Sólo va a desconfiar
de la inyección
porque
no quiere dormir más...




domingo, 15 de abril de 2012

El consuelo del Universo

Unas mil risas
por segundo,
realidad cotidiana
de una ficción
envuelta en agua.

domingo, 8 de abril de 2012

De arena

Desierto entre costillas
el hombre se entierra
y nadie lo nota
el hombre se templa
en sus volcanes.

Viajero es el héroe
quieto en ese instante,
se deshace y alimenta
de su lengua,
para sobrevivir entre muros,
para existir
en cuerpo de arena.

lunes, 13 de febrero de 2012

¡Buen viaje! (Haiku para LAS)



Se abre el ser
en la luz atraviesa
el dolor se vuelve luz










jueves, 9 de febrero de 2012

¡TALLERES x 2!























El Taller te invita a trabajar y desarrollar los conocimientos prácticos y teóricos para producir diversos contenidos radiofónicos usando toda tu imaginación y creatividad. Vamos a planificar, producir y “dar aire” a diferentes producciones radiofónicas como: radioteatros, tramas sonoras, enlatados, separadores, entre otros más.
Armar con ruidos, diálogos y música una situación, implica primero visualizarla y luego plasmar esas imágenes en sonido. Lo que normalmente se conoce como “la magia de la radio” no es ni más ni menos que el espectáculo auditivo que la misma despliega con extraordinaria vividez, a todo eso y más dedicaremos el Taller.

“Señoras y señores, esto es lo más terrorífico
que nunca he presenciado...

¡Espera un minuto! Alguien está avanzando
desde el fondo del hoyo. Alguien... o algo.

Puedo ver escudriñando desde ese hoyo negro dos discos luminosos...
¿Son ojos? Puede que sean una cara. Puede que sea...”.
Orson Welles en La guerra de los mundos
el 30 de octubre de 1938 en CBS RADIO

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Navegar embarcados en historias imaginadas, creadas, soñadas... Darle vida a escenarios y personajes vistos en la fantasía... Mediante ejercicios y técnicas vamos a trabajar variadas formas de narrar y escribir relatos... Transitaremos con espíritu lúdico el creativo proceso de la escritura, de la visualización de mundos y sus personajes, sus conflictos y emociones... Escribir es viajar, crear, fantasear, la escritura es acción pura partiendo desde la imaginación hasta la hoja en blanco...

“...uno escribe siempre sobre un fondo autobiográfico.
Escribe con sus recuerdos, ideas, emociones”.

José Saramago


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Ambos talleres arrancan en marzo


Consultas al 2058-7713

o por mail a ifanicolasperezcosta@hotma
il.com

También en

http://www.facebook.com/IFAdenicolasperezcosta

jueves, 2 de febrero de 2012

Azúcar de cangrejo

En un ángulo de la sábana
baila y come abejas,
lo tiene todo
lo quiere todo,
muerde azúcar al amanecer
y no puede más
de los cangrejos que le raspan
la planta de los pies.

domingo, 22 de enero de 2012

Tiemponauta

Miraba el cielo por las noches
a campo abierto buscando
estrellas fugaces,
creía
sostenía
argumentaba
discutía a todo el mundo
que eran en verdad
naves viajando
por el Tiempo...

sábado, 21 de enero de 2012

Sueño a la intemperie

En algún espejismo
un balcón nace en el camino,
de plata y algas
se erige rey de los desafortunados.
Perros se acercan
y cavan en los cimientos,
es el calor
el que los lleva a buscar fresco,
tan hondo ahuecan la tierra
que unos esqueletos brotan,
¿Restos de otro espejismo?
pregunta el viajero,
los perros aullan
callando al viento.
Por la baranda
una multitud de alguaciles desfila
traen lluvia, traen calma
traen manos cansadas,
entre el agua y
mordiendo el horizonte
unos ciervos de piedra
cargan un cuerpo envuelto,
se va un hermano
se va un mago
parte un hijo de los refugiados.
Atrás se oxida el balcón,
atrás se vuelve
comida de peces,
en el aguacero el viajero ve
su voz embarcar.





lunes, 16 de enero de 2012

Paisaje a medio camino

Sangre que mira
furiosa y gentil, es
herida en el pecho.

Nadie habita el cielo,
camino a la Tierra
dunas de arena
y en las esquinas del desierto
calaveras abiertas.

Fingir la muerte
y bajar hasta bailar
una danza sin brazos.

domingo, 15 de enero de 2012

Último vestido


El sol devoró
su último vestido de primavera,
ella sonrió
y lloró azul.

Desesperado,
descubriendo el momento infinito
extendió sus manos sobre la costa,
callada
y con un ramo de flores
arrancadas del vestido
se arrojó al río.

Los ecucaliptus asesinaron hojas
ardiendo sobre el agua gris,
el fuego dibujó el curso profundo
en ritmo de carrousel
sus rodillas desmoronaron
al son de la locura
cerró sus manos.

jueves, 5 de enero de 2012

Vestido de abejas



¿Qué máscara tengo
cuando me miro al espejo?

Lo hago de noche
nunca de día
los peces voladores
sólo salen con luna llena,
aunque ella
inocente de porte salvaje
se pasea
con mitad de la piel afuera
el resto
bajo un vestido de abejas.

¿Qué máscara tengo
cuando la miro en silencio?

miércoles, 4 de enero de 2012

De la introducción del libro "Haiku de las cuatro estaciones" (Matsuo Basho)

HAIKU Y LENGUAJE

Salvador Pániker escribe en su Aproximación al Origen: "El hombre es un animal enajenado, víctima del simbolismo de su lenguaje. Efectivamente. Más que vivir en la Percepción Pura de la Realidad vivimos prisioneros del simbolismo del lenguaje. Nuestra percepción de la Realidad viene filtrada por las categorías de nuestro mundo simbólico. El hombre no domina el mundo simbólico de su lenguaje, sino que es dominado y condicionado por él. Lo que nosotros llamamos Realidad no es más que lo que las categorías de nuestro lenguaje puede asimilar.
Digamos que el carácter relativo del lenguaje primitivo, en su gestación hace miles de años, se ha convertido en carácter absoluto y el hombre actual no sabe percibir más allá de este mundo simbólico absolutizado. Así la cultura se ha formado como proyección social del lenguaje humano y a la inversa se ha convertido en factor determinante en la formación de este mundo simbólico. No obstante, en todas las épocas ha habido hombres que han intuido una Realidad más profunda y más amplia, más allá de los límites del lenguaje y de la cultura. Se les llama sabios, místicos, maestros espirituales, y concretamente en el caso de haiku, aunque parezca paradójico, poetas.
El lenguaje es por naturaleza profundamente dualista. Surge de la separación de la cosa real y el símbolo que la designa. De esta manera y de un estado original no dual, el hombre pasa a encontrarse separado de la Realidad, ya que el símbolo se interpone. El lenguaje evoluciona al mismo tiempo que la inteligencia. Comienzan a surgir todo tipo de dualidades derivadas: sujeto-objeto, verdad-mentira, Realidad-Irrealidad, etcétera. El lenguaje se va desarrollando a partir de una serie de dualidades fundamentales hasta llegar al sistema simbólico complejo y autónomo de nuestros días. Pero este proceso iniciado desde el estado pre-simbólico -estado original, no dualista- hasta el mundo simbólico y autónomo del lenguaje actual no fue el mismo en todas las culturas. La cultura occidental -greco-judeo-cristiana- es la que más ha avanzado por este camino, la que ha creado el lenguaje más superestructurado y abstracto y, por lo tanto, la que más se ha alejado del estado pre-simbólico. De hecho la tradición religiosa judeocristiana, columna vertebral de la civilización occidental, se basa principalmente en el lenguaje escrito.
La intuición y la presencia del estado presimbólico original es mucho más patente en las culturas orientales. Oriente, al mismo tiempo que desarrollaba el mundo simbólico del lenguaje, era de alguna manera consciente de su artificialidad, de sus límites, de la falacia dualista que representaba, y siempre mantuvo un contacto sano con el estado original pre-simbólico. Por eso, sus lenguas se vieron forzadas y obligadas a ser lo menos concretas y lo más cercanas posibles a la Realidad pre-simbólica.
El haiku es una manifestación quintaesencia de esta concepción del lenguaje. Lo más importante en el haiku no es “comunicar un concepto a través de unos símbolos". Sino despertar en su autor la conciencia de la No dualidad primordial. Volviendo a Pániker: "El hombre es un animal víctima de lo simbólico. Eso explica la compulsión a imponer su propio código simbólico. Si esbozáramos una fenomenología de cualquier discusión entre humanos advertiríamos la patológica necesidad que tiene cada parte de imponer su visión simbólica de la realidad...
Nada delata tanto la necesidad que tenemos los unos de los otros como nuestras mismas discusiones y querellas. Nos sentimos incomunicados si la otra parte no acepta nuestro sistema simbólico. Somos incapaces de trascender lo simbólico y darnos la mano a un nivel más hondo y real...”
Pues bien, en el haiku el autor, especialmente los grandes maestros, no tratan de imponer nada, no quieren comunicarnos su personalidad o su sistema simbólico. Aunque pueda decirse que el haiku es un símbolo de la visión intuitiva de la realidad, creo que es algo más. El hecho de componer un haiku es en sí mismo la visión intuitiva de la Realidad, es la experiencia espiritual por excelencia, es decir, la liberación de los límites del lenguaje, la experiencia del estado pre-simbólico. ¿Cómo puede ser esto? ¿Cómo puede ser el haiku, cuyo material básico es el lenguaje simbólico, una experiencia del estado original pre-simbólico? ¿Es que este estado pre-simbólico puede ser expresado, atrapado por el lenguaje simbólico? Es verdad que esto es una gran contradicción. La respuesta es simple: Lo más importante en el Haiku no es lo que dice sino lo que no dice. Por eso el haiku no nos comunica nada a nivel simbólico sino que más bien despierta en nosotros una consciencia trans-simbólica, imposible de definir. En el haiku no hay comunicación conceptual, ya que no “pretende comunicarnos un mensaje simbólico" Lo que
comunica en el haiku no es lo que se dice sino lo que no se dice. Su comunicación es invisible, inatrapable. Pero la fuerza del haiku no reside solamente en lo que no dice, sino en la intensa relación que mantiene lo dicho con lo no-dicho, lo expresado con lo no-expresado, lo visible con lo invisible. Ambos factores son esenciales.
Por eso no creo que la experiencia de la Realidad pre-simbólica sea antes y la composición del Haiku después. La composición del haiku es en sí la experiencia de la Realidad pre-simbólica. Vamos a ver, no caigamos en las trampas de los conceptos. Esta experiencia de la Realidad pre-simbólica la llamamos estado original no-dual, infinito, absoluto, ya que aún no existe ninguna categoría que trace límites. Este estado es la Unidad total y absoluta, lo incluye todo, incluso el mundo simbólico del lenguaje. El problema no radica en el lenguaje. Sabemos que su simbolismo es limitado y dualista. Esa es su naturaleza. Lo absurdo sería querer expresar con este simbolismo la experiencia del estado pre-simbólico. Lo esencial es así la conciencia con la que se utiliza el lenguaje. La conciencia debe ser libre, más allá de los límites del simbolismo. Así podemos utilizar los límites del lenguaje sin caer en ellos, sin que la conciencia sea atrapada por el mundo simbólico. El lenguaje no puede expresar lo que está más allá de sus límites, pero siempre desde una gran libertad de conciencia se puede utilizarlo.
La perfección de un haiku radica entonces en su habilidad para comunicarnos lo incomunicable, es decir en su poder de sacarnos del simbolismo del lenguaje y ayudarnos a acceder al estado pre-simbólico. Pero de todas maneras, las traducciones a las lenguas occidentales del haiku japonés dan un reflejo demasiado pálido de su fuerza original. La estructura de las lenguas occidentales está demasiado atomizada en categorías y su simbolismo ha cobrado una personalidad autónoma demasiado fuerte como para despertar en nosotros una experiencia absoluta e integral.
El haiku apunta directamente a la esencia pre-simbólica, por eso su forma es generalmente un sintagma nominal, sumamente breve; y si incluye algún verbo, éste aparece desposeído de flexiones temporales y personales. La forma lingüística original del haiku en japonés aún permite expresar la no dualidad entre sujeto y objeto. La experiencia del haiku es total y absoluta, aquí y ahora. No soy "YO" el que se asombra de la belleza de la luna, y después plasmo "mi" asombro en un poema. Eso que llamamos "yo", "asombro", "belleza', "luna': y "plasmación de todo esto en un poema” constituye un todo inseparable, es algo que sucede aquí y ahora; así, por ejemplo, un haiku que literalmente traducido sería:

“Luna llena otoño rodeando lago noche toda”

Al pasarlo a una lengua discursiva, cargada de partículas y de nexos, cuyos sintagmas verbales poseen flexiones de tiempo y persona, quedaría algo así:

“Luna llena de otoño he vagado toda la noche alrededor del lago.”

Con lo cual pierde la evocación de un estado no dual, pierde toda su fuerza, y el poema se convierte así en un discurso que transcurre en un tiempo que va del antes al después. El haiku original escapa de las trampas del lenguaje discursivo y de las categorías. Se instala en la eternidad absoluta del momento presente. Y este absoluto lo incluye todo, incluso el mundo simbólico del lenguaje limitado. Por eso no creo que la composición del haiku sea posterior a la experiencia. El hecho de escribir un haiku forma parte de la experiencia del Despertar de la conciencia a una Realidad pre-simbólica o trans-simbólica –SATORI en el Budismo Zen–. Es simplemente algo que sucede. Esto no significa que componer un buen haiku sea cosa fácil. El lenguaje debe ser trabajado, maleado, depurado, día tras día, haiku tras haiku. A veces el haiku
expresa demasiado, cerrando así las puertas "a lo que no se puede expresar". A veces la experiencia pre-simbólica es vivida con tal intensidad que el haiku que intenta "no expresarla” se vuelve oscuro e impenetrable. El lenguaje debe ser templado como una espada y estar siempre preparado. Así, en un momento dado, la experiencia pre-simbólica puede manifestarse a través de la correcta polaridad "expresiva no-expresiva" del haiku.
En todo lo dicho se observa una intensa influencia del Budismo Zen. Muchos escritores de haiku siguieron las enseñanzas de Maestros Zen y practicaron la meditación Zen en tanto que experiencia de la Realidad original pre-simbólica. Los Maestros Zen repiten siempre que la experiencia por excelencia es la meditación en postura del Buda, pero que esta experiencia podía ser vivida en cualquier momento y situación de la vida cotidiana, ya sea en la toilette, caminando, comiendo, trabajando y –por qué no– componiendo haiku. Ya que la experiencia de la Objetividad pre-simbólica no está reñida con la subjetividad del código simbólico. Ambos aspectos pueden vivir en completa no-dualidad.

Francisco F. Villalba