sábado, 21 de enero de 2012

Sueño a la intemperie

En algún espejismo
un balcón nace en el camino,
de plata y algas
se erige rey de los desafortunados.
Perros se acercan
y cavan en los cimientos,
es el calor
el que los lleva a buscar fresco,
tan hondo ahuecan la tierra
que unos esqueletos brotan,
¿Restos de otro espejismo?
pregunta el viajero,
los perros aullan
callando al viento.
Por la baranda
una multitud de alguaciles desfila
traen lluvia, traen calma
traen manos cansadas,
entre el agua y
mordiendo el horizonte
unos ciervos de piedra
cargan un cuerpo envuelto,
se va un hermano
se va un mago
parte un hijo de los refugiados.
Atrás se oxida el balcón,
atrás se vuelve
comida de peces,
en el aguacero el viajero ve
su voz embarcar.





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