viernes, 12 de septiembre de 2008

¡Divina TV Führer! (mi amor...)


Para el científico Robert Aymar, director general del Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN), el Gran Colisionador de Hadrones permitirá hallazgos que cambiarán la visión del mundo y su creación.
El GCH es el mayor acelerador colisionador de partículas del planeta y según los medios de comunicación del mundo entero, ya está en funcionamiento. Mientras escribo esto y ustedes lo leen, la tercera generación de prometeos está jugando con su chiche nuevo.
El mismo está ubicado a 100 metros bajo tierra, en los alrededores de Ginebra cerca de la frontera franco-suiza (Alba y familia, acá tienen un refugio anti nuclear por cualquier cosa).
En este magnánimo "emprendimiento" vienen trabajando alrededor de 5.000 físicos e ingenieros desde hace una década. Este aparato bautizado por la comunidad científica y el periodismo como "La Máquina de Dios", está constituido por un anillo de 27 km de circunferencia que enfrió durante dos años para alcanzar los -271,3°C. Alrededor del anillo se instalaron cuatro grandes detectores, en cuyo núcleo se producirán grandes colisiones de protones (partículas de la familia de los hadrones). El GCH alcanzará el 99,99% de la velocidad de la luz (unos 300.000 km por segundo). A máxima potencia, 600 millones de colisiones por segundo generarán partículas, algunas de las cuales jamás se han observado. Para analizar y archivar los 15 millones de gigaoctetos de datos recogidos anualmente, 11 centros distribuirán la información en bruto a 200 instituciones del mundo.

¿COMO NO SE NOS OCURRIO?

No descubro nada si digo que desde, aproximadamente, la primer Revolución Industrial la humanidad (fundamentalmente la occidental) vive en un contexto donde prevalece lo material. Donde la experimentación científica a cualquier costo, es la base constitutiva en pos de una supuesta evolución y progreso de la humanidad. Claro que dentro de este avance, no entran las condiciones sociales y menos que menos, el trascender del alma o del espíritu. Hablar de metafísica en estos tiempos es un lindo ejercicio, como una droga que nos permite huir temporalmente de toda esta maraña tecnocientífica. Viendo todo esto, siempre me pregunté ¿la humanidad evoluciona y progresa hacia dónde?.
Refiriéndome puntualmente a "La Máquina de Dios", (nótese el nombre, ninguna metáfora es inocente) ¿Cuál es el sentido de todo esto? No podemos convivir en sociedad, estamos matando nuestro hogar, Africa es un continente muerto, hay guerras armadas a propósito con fines económicos de poder y etc, etc, etc. Entonces pregunto ¿para qué coños queremos saber cómo se creó el mundo, si no sabemos como vivir en él? Además no me creo que el verdadero motivo de esta experimentación sea ese. El humano es tan omnipotente que no termina de aceptar que un día se va a morir. Que no sabemos ni de donde venimos, ni adónde vamos. Me parece perfecto intentar una búsqueda de eso, pero no de esta manera.
Este contexto de experimentación científica, de tortura tecnológica; en mi opinión no hace más que socavar otras posibilidades de búsqueda. Como puede ser la búsqueda de trascendencia del alma. Trabajo que creo, puede ser realizado (¡no busquemos ninguna garantía de éxito!) a partir del arte en cualquiera de sus manifestaciones. Por qué no también, un trabajo emocional sobre nosotros mismos y en la forma de relacionarnos con el otro. Por ejemplo, en formas sencillas de interacción como pedir "por favor" y decir "gracias". Bueno, dado la escasez de tales acciones, no es tan sencillo.
Lamentablemente venimos sufriendo desde hace muchos siglos una certera invasión cultural, donde la búsqueda que propongo no tiene sentido alguno. Los imaginarios sociales se forman culturalmente, se manipulan desde medios de comunicación, escuelas, universidades (no en todas y no todos los docentes promueven estos imaginarios, aun existen espacios académicos con docentes que luchan férreamente contra esto), y otras tantas instituciones y aparatos idelógicos del Estado que promueven nuestra actual organización en sociedad.

ME VOY A PIQUE GLU GLU

El tema ahora es que sucederá con "La Máquina de Dios". ¿Este artefacto está controlado por una súper mega híper computadora capaz de procesar billones de datos en segundos? Si esto es así, ¿qué pasaría si la máquina toma conciencia de si misma y se revela contra su creador? Lo se, no soy para nada original con esto. O por qué no, el colisionador se sale de control y explota produciendo un terrible agujero negro que se chupa toda la existencia ¿nos daremos cuenta de eso o sucerá tan rápido que será como si nada? O ese agujero negro, en realidad es una puerta hacia otro mundo del que vienen los Invids en busca de protocultura. ¿Resistiremos un ataque de esa escala? Otra opción podría ser que el sistema se sobrecargue y una explosión atómica subterránea suceda, en ese caso ¿hacia que lado tenemos que mirar esperando la onda expansiva? Capaz que sobrevivimos a la explosión pero vivimos a oscuras como los dinosaurios.
Podemos ensayar miles de opciones más. Están todos invitados a proponer la suya. No olvidemos nunca que a pesar del "progreso", la "evolución" y la experimentación científica en busca de la "verdad", aún nos queda la risa.




2 comentarios:

sonnenheld dijo...

Luego de la explosión, las cadenas de producción y consumo fueron desbaratadas. Los pocos conocedores de la verdad se retiraron a las tierras altas (en parte escondiéndose) para luego formar la comunidad Poético-Therapéutica(sólo la poesía puede acercarnos a la verdad. R. Graves)El resto de la humanidad no deja de buscar la sanación a su ignorancia, ya libre de toda esperanza consumísta y tecnologizante.
Pocos cristales aún pueden irradiar suficiente luz.

Emiliano dijo...

¿Para cuando tus relatos publicados en algún libro o blog?
Abrazo.