miércoles, 2 de julio de 2008

Está la indignación pero soy puro en mis sentimientos. Estamos vivos.

“Y, sin embargo, vivo y he descubierto

que tengo amor a la vida”

André Bretón

OBERTURA

Según el filósofo alemán Martin Heidegger, la técnica es el modo de habitar y de sentir. Significa la forma en que desocultamos el mundo a fin de que este se haga presente, ante nuestra percepción sensorial y conciente.
En la técnic
a moderna, uno de los principales conceptos que interviene en el modo de vida es el del progreso. Es conveniente plantear que la modernidad surge al mismo tiempo que la idea de progreso. A partir de los siglos XVII y XVIII, con las revoluciones liberales en Inglaterra, Francia y Estados Unidos y la Revolución Industrial; se termina de afirmar (luego de un largo proceso de invasión cultural de unos 7 siglos) que la sociedad, la cultura y la historia son obra humana. Descentralizar a Dios de ese lugar y ubicar al ser humano, permite que la idea de “progreso” se afirme duramente como un modo y medio de vida a la vez.
En este período, en pal
abras del escritor y filósofo español Eduardo Subirats, no es el arte sino la economía monetaria, las ciencias y la tecnología las que sostienen el proceso histórico como un desarrollo ascendente de acrecentamiento, de acumulación o sea de progreso. Otro concepto válido de este autor es el de Informatización, él lo entiende como una forma superior de racionalización social. Esta racionalización de todos los aspectos de la vida implica marginación social, degradación, censura; lo que termina derivando en la alienación de las personas. Algo que incluye directamente al modo de vida racional en esta técnica moderna, es el matrimonio. Aquí, este se convierte en una institución con el único objetivo de la procreación racional.

TIEMPO

El tiempo es fundamental en la técnica moderna, este ha sido naturalizado por el ser humano en un modelo cuantitativo insuficiente. No sólo se racionaliza la vida sino que también, se la cuantifica comandada por las agujas. Cuantificar así el tiempo, es el vigilante perfecto que tiene la técnica para no permitir que los humanos experimentemos cambios, transformaciones o creaciones. En la técnica moderna el tiempo es lineal, homogéneo y está constituido de partes siempre iguales y regulares. El tiempo al igual que el trabajo son externos al hombre.
El trabajo, asentado por el concepto de “profesión” se vuelve una obligatoriedad que al comienzo parece ser un medio para un fin. Pero al final resulta ser un fin en si mismo, ya que al gastarlo en lo que el ensayista español José Ortega y Gasset llama Sistema de deseos (o sea el hombre), termina convirtiéndose en un círculo vicioso que deriva en que el trab
ajo es el fin en si mismo. Una de las mejores definiciones para la vida del hombre en la técnica moderna, es la del historiador alemán Sebastián Francks: “Tu crees que has escapado al claustro, pero desde ahora serás un monje durante toda tu vida”. Todo se racionaliza y cuantifica.

LENGUAJE

En contra posición a todo esto es bienvenida la concepción de técnica de Heidegger, presentada al comienzo. Para él la misma es un modo de desocultamiento, la forma de hacer que el mundo se nos devele. Al contrario de la técnica moderna, que para este autor es provocante y ve al hombre y a la naturaleza, como simples tanques de energía y stocks de materia reemplazable; Heidegger propone una relación abierta con el mundo. Una relación serena con la tecnología a fin de comprender su esencia, donde soportemos el presente y experimentemos espacios afectivos no matrizados por la técnica. Para él, esto se puede lograr mediante el lenguaje.
Ocurre lo contrario en, por ejemplo, los discursos científicos actuales. Esto
se ve en el tipo de construcciones retóricas que utiliza el discurso científico, como por ejemplo la metáfora de la palabra “impacto”. El pensador español Emmánuel Lizcano hace mención a esto, cuando habla de cómo los científicos relatan los “impactos de la ciencia en la sociedad”. Lizcano se explaya en la metáfora en cuestión al decir “Lo que impacta es una cosa, un objeto, no una actividad. (…) En todo impacto hay un agente y un paciente. (…) Por el contrario, el paciente, aquello que sufre el impacto, se caracteriza por su vulnerabilidad”.

CUERPO

Retomando a Heidegger, estas construcciones retóricas son las que debemos modificar en nuestros modos de vida. En esta manera moderna de des-velar al mundo, deserotizamos nuestra relación con las cosas y deterioramos la capacidad producente del lenguaje. Respecto al habla, el sociólogo argentino Christian Ferrer afirma “Hablar no es decir palabras, hablar es dar ritmo y sonoridad, dar matriz, dar contorno”. Tenemos entonces un acceso corporal a las cosas.
Penetra perfectamente en esta instancia, el concepto de soberanía del pensador francés George Bataille. Con todo lo expuesto anteriormente de la técnica moderna y nuestros modos y medios de vida, no resultamos ser en palabras de Bataille, soberanos de nosotros mismos. Ya que subordinamos nuestros deseos presentes al futuro. Sacrificamos nuestros impulsos afectivos a las garantías de un modo estable y coherente, ordenado y homogéneo. Así no sólo que entregamos nuestra soberanía, sino que nos delegamos en “representantes”.
Para Bataille un modo de vida soberano es el que se rebela a obedecer y a mandar. Para él, para poder ser sobe
rano hay que rebelarse al poder de rebelarnos, porque rebelarnos no es poseer un poder o la dominación de un saber. El soberano es el que puede y sabe entregarse a un poder y un saber que no posee. Esto juega con el límite, con la impotencia y la finitud del ser humano. Aceptar nuestra muerte, nuestros límites; no simplemente hacer las cosas porque sabemos que las podemos hacer. El pensador francés concluye su idea diciendo “Siendo la soberanía la búsqueda final del hombre y del pensamiento”.

GRAN FINALE

En este ida y vuelta de la técnica moderna y una nueva técnica, es imposible no referirse al tema político. El filósofo anarquista Jacques Ellul sostiene que “La libertad nos da miedo porque sufrimos la atracción de lo arbitrario”. ¿Es tan así? Agrega también, sobre el peligro de perdernos en la ebriedad de un poder tan grande. Conviene traer aquí, algunas definiciones de libertad, para ver como nos movemos con/en ella en esta técnica moderna. Para el anarquista ruso Mijail Bakunin la libertad es el riesgo de perder todo y si no está ese riesgo, no hay libertad. Para Ellul el Estado es el que da la libertad, mediante la cual nosotros participamos en soberanía, votamos, elegimos una profesión, etc. En un rumbo totalmente distinto, el historiador y activista ecológico norteamericano Murray Bookchin, plantea el concepto de Ecosistema. Pensemos un poco en su dirección: una técnica concebida como un ecosistema. La relación con la política sería totalmente distinta. Habría otro concepto y tipo de libertad. Por ejemplo como dice el autor “Liberarse, tanto a uno mismo como a los demás ciudadanos”. Con la práctica de comunicar como practicaban los griegos, puede haber una relación diferente con la política; pero debemos modificar la técnica. ¿Por qué no volver a ser organismos, que pertenecemos a una comunidad natural mediante una imaginación técnica? Creando así nuevos significados, nuevos sentidos, pensando ecológicamente.


*Gracias a Pink Floyd por dejarme que les "robe" las imágenes...

4 comentarios:

sonnenheld dijo...

Horrorosa la imagen de que el estado nos da la libertad. No quiero!
R. Steiner propone una imagen extraña en cuanto a la salud, la que yo extrapolo a la sociedad. Para él vivímos ejercitándonos entre polaridades (ej. epilepsia e histeria, maniacalidad y debilidad mental)el hombre sano conduce su conciencia anímica equilibrando las tendencias, el enfermo no puede hacérlo sin ayuda exterior. Entonces ser sano no significa "no padecer enfermedad" sino mas bien no saber que hacer con ella. Éste pensamiento sirve también para la sociedad; se trata de las tensiónes sociales que hay que equilibrar como vos decís, a la manera de un organísmo viviente. Si no podémos hacerlo entonces necesitamos ayuda de afuera, un líder que no va a dejar de ser subjetivo e injústo porque precisamente tiene los hilos por el nudo sin dejar que las tensiones se equilibren. Es una curita social. Buena la idea del organísmo, a ver si nos damos cuenta de una vez que todo sistema sostenible lo es.
Un abrazo grande!

Emiliano dijo...

Un líder, una curita social, un organismo; por nuestro bien y el de los pequeños que van naciendo, hagamos todo lo posible para cambiar las cosas.
Abrazo.-

Laura dijo...

Hola! Hice un post similar
acá
http://reflexionesactivadas.blogspot.com/2008/05/el-problema-no-es-la-tecnologa-el.html

Muy buenas las imágenes Pink Floyd

saludos!

Emiliano dijo...

Gracias por pasar.
Me voy a ver tu blog.
Sdos!!!!