domingo, 29 de junio de 2008

FRONTERA

“…ah, mira el fuego
las luces que saltan a lo lejos
no esperan que vayas a apagarlas,
jamás…”
Pescado rabioso en “La sed verdadera”

Entre la confusión y el miedo. La frontera pide hacer, repiqueteando el alma, cual pájaro carpintero en actitud de escultor. Una más sana obra de arte que escape a las lágrimas y se abra a tus ojos. No hay elección. Sólo tiempo.
Recuerdo, en
los etéreos tiempos en que sorteaban cuerpos, absorbí el pergamino. Ese del día a día. El orgánico papel cambia de colores, se agranda y se achica; el zigzag del camino es un origami entre lagos y montañas.
Aguarda el láser. El cuerpo recibe y aunque la boca cierra, la memoria duele a veces. “Una vez más”. La frontera sabe de su muerte, en pos de la eternidad abre espacios. Son las elecciones del pergamino, de las que no se vuelve atrás. Aunque Itaca simule ser un desierto o las Termópilas estén más cerca de lo imaginado.

¿En busca de qué? ¿Paz, liviandad del alma, exorcismo de los balrogs? La sensibilidad del valle permea tanto como el amor que quiero. Y a la vez es tan constante como la templanza del pergamino. Si encontrara el manantial de energía, todo acabaría. Algunas cosas mejor no saberlas. Sin embargo las mañanas humanas continuan abriendo mis ventanas. El niño curioso se tienta con los juegos nuevos y las vistas de otros mundos. ¡Como decirle no al pergamino que insistentemente dice “¡Sí!”! El riesgo de perderse está detrás de una de esas máscaras. Que puede ser esta de al lado mío o esa detrás del muelle; o peor, la que me puse hoy.
Sin embargo la frontera sabe de sus últimos días. No es un instante. Los nombres se enciman, uno sobre otro, con la delicadeza del orfebre que no va a vender su artesanía. En el momento de creación no sabe lo que hace, pero labra decidido. Los dedos desgarran la tierra seca, ansiosos, excitados; juntando ganas para ver. El cuerpo abre su piel a las herramientas, al lápiz, al rejunte de cadáveres, a su santa exhumación y calmo descanso.
El único final que rompe es la pulverización de la frontera. El nacimiento dentro del nacimiento y el pergamino de la moral irreductible. La única ley de vida. Esa de órbitas anteriores al cuerpo. Esa que es cometa del Universo, parte de su voz, de sus rayos, de su ser, de sus historias del día a día.

Se pierden ropas insostenibles al deseo de cruzarla. ¿Para ver mejor, para ver más, para el amor puro, para madurar el alma, para orbitar más en el Universo? Capaz, la sed de la identidad habla. Insaciable en la enormidad de sus deseos de felicidad.

3 comentarios:

CAM dijo...

Forza!!! y que el sable laser del master Yoda te otorgue la capacidad de ver mas allá de lo evidente, como leon-o, como nostradamus.
en este mundo de ciegos , el tuerto es rey y quien losgre atravesar las distancias con los ojos del corazón, será emperador.
Ave Cesar.

CAM dijo...

Forza!!! y que el sable laser del master Yoda te otorgue la capacidad de ver mas allá de lo evidente, como leon-o, como nostradamus.
en este mundo de ciegos , el tuerto es rey y quien losgre atravesar las distancias con los ojos del corazón, será emperador.
Ave Cesar.

Emiliano dijo...

Mi amigo, usted lo ha dicho todo "los ojos del corazón". Ya estaremos ebrios festejando todos juntos.
Gracias.
Abrazo grande.-