jueves, 24 de abril de 2008

ESCRIBIR PARA VIVIR


El poeta Juan Gelman recibió ayer el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes. Más allá de la justicia que representa haber obtenido la mención del autor del Quijote, quiero resaltar algunos pasajes del discurso de Gelman al recibir tal honor:

“Hoy se premia a la poesía, como fuera premiada ayer y aun antes en este histórico Paraninfo, donde voces muy altas resuenan todavía. Y es algo verdaderamente admirable en estos “dürftiger Zeite”, estos tiempos mezquinos, estos tiempos de penuria, como los calificaba Hölderlin preguntándose “Wozu Dichter”: ¿para qué poetas? ¿Qué hubiera dicho hoy, en un mundo en el que cada tres segundos y medio un niño menor de cinco años muere de enfermedades curables, de hambre, de pobreza? Me pregunto cuántos habrán fallecido desde que comencé a decir estas palabras. Pero ahí está la poesía: de pie contra la muerte

Sólo unos pocos se paran de pie contra la fría Parca. Agrego un último párrafo:

"¿Cuántas palabras aún desconocidas guardan en sus silencios? Hay millones de espacios sin nombrar y la poesía trabaja y nombra lo que no tiene nombre todavía. Esto exige que el poeta despeje en sí caminos que no recorrió antes, que desbroce las malezas de su subjetividad, que no escuche el estrépito de la palabra impuesta, que explore los mil rostros que la vivencia abre en la imaginación, que encuentre la expresión que les dé rostro en la escritura"

¿Cuanto poder hay en el nombrar? ¿Cuanta fuerza hay en despejar caminos nunca antes recorridos?
Recorrer caminos nuevos, desbrozar malezas subjetivas, no escuchar el estrépito de la palabra impuesta y pararse de frente contra la muerte; lecciones de vida que el Gran Maestro nos dio ayer y siempre.

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