martes, 20 de enero de 2009

El futuro llegó


Los países fascistas siempre exhiben un gran orgullo
por su bandera.
Las banderas me ponen incómodo.

Norman Mailer



¡El día llegó! El momento que todos los humanos con fe y ganas de paz en nuestro mundo, tanto hemos deseado finalmente ha corporizado en realidad. Tanta lucha, tanta comunión entre los hombres y trabajo esforzado para demostrar como la democracia representativa triunfa y los buenos con ella.
Obama (el afroamericano, el negro, el hombre de color, etc) se convierte en el Presidente de la potencia mundial número uno para darle vida al sueño de John Lennon. El de sangre keniata lidera la Revolución que transformará al mundo. Su política será de la de retirar no solamente las tropas militares de Irak y Afganistán, sino también Colombia, Sudán, Japón, etc. Bajo ningún punto de vista realizará salvatajes económicos para Wall Street y las corporaciones mundiales que le dan vida. Asumirá la responsabilidad mayor en la actual crisis económica mundial, dejará de fabricar armas (¡no solamente nucleares!), admitirá que la organización social en forma capitalista destruye la vida humana y lo mejor de todo es que.... ¡confiscará las acciones de Coca-Cola y la declarará patrimonio mundial sin fines lucrativos! Con más tiempo de trabajo, en una reelección supongo, buscará la forma de suprimir el dinero para inventar una nueva forma de valorar el trabajo que no sea exterior al ser humano. De hecho su concepción respecto al trabajo la toma de los antiguos griegos (Aristóteles una vez más) en que este es un arte poietico, es un dar a luz que no se expresa en un valor externo dado por el mercado de forma mágica, sino que es la refundación de uno mismo, un renacer de las cenizas que es búsqueda de la trascendencia humana.
Introduciéndose más aún en territorio metafísico, cortará relaciones con el Vaticano para comenzar a predicar por la búsqueda de la armonía espiritual. Intentará demostrarnos y convencernos de que todos los seres vivos, formamos parte de un ecosistema energético en el que los verdaderos valores son los internos relacionados con lo emocional, lo sensitivo y que no es empíricamente perceptible. Barack desarrollará una cosmogonía que no alimentará la inteligencia en detrimento del alma ni las religiones en favor de la purgación del pecado original. Asumirá que el planeta Tierra no es nuestro puesto que somos parte de un Universo en el que al estar consumado de forma elíptica y orbital, absolutamente todas nuestras acciones tendrán su vuelta.
Oh si amigos, el momento llegó como un bat de beisbol impactando en la vidriera de la maldad, rompiéndola y liberando todas estrellas de la felicidad eterna. Oh si amigos el futuro llegó.

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