domingo, 4 de octubre de 2009

Detrás del sol

Cansado de sentir, palpitando un poco de aire entre poesías y canciones; una leyenda escuchó: “Cuando quieras esconder algo, ocúltaselo al sol”.

Armó un globo aerostático con cientos de bolsas para residuo, lo ató a un cajón de mudanza que encontró en la calle y se elevó en medio de la noche, superando las nubes; las luces de la ciudad se perdían en hogueras artificiales.

Las palabras sirven para ocultar y en su viaje en globo yacía la verdad. La búsqueda, quizás, del calor. Un intento de preguntarle a la Creación por la receta de la alquimia mágica. No le interesaba convertir el plomo en oro o vivir eternamente encerrado en piel y huesos. Pero si la voluntad. Sí encontrar la primera llama de todas las almas. Quemar con esa alquimia las envidias y rencores que lo consumían. El egoísmo tan cancerígeno que se contagia con una puñalada por la espalda o arrojando a la basura un plato de comida.

La voluntad. La misma que lo llevo a fabricar el globo que lo conducía hacia la estratósfera. La misma que dilapidaba en quejas, sentado en una mecedora. Junto a ella ubicaba la escopeta de doble caño y hubiera sido tan sencillo dar por tierra con la voluntad, con silenciadores perdigones.

Pensó en regresar y buscarla. Pero el viento dominaba el rumbo, escapándose el destino de sus manos. A tal punto lo enfermó la inmanejabilidad de la situación, que batió sus manos con la velocidad de un alguacil, pidiendo desesperado a las águilas vigías que picaran el globo.

Se preguntó por la espalda de Dios, si está detrás del sol. Si puede encarnar nuevamente desde ahí. Si se encuentra detrás del sol el secreto, la fórmula para no estancarse, para crear con las distintas fuerzas de la naturaleza, para alquimizar o transmutar las dolorosas emociones en sanas.

***

El final (y el comienzo) tiene que ser la pregunta sobre lo que se pierde al elegir esa responsabilidad, la del creador, la del poeta que va hacia lo que vendrá. El que se lo tiene que imaginar, dejarse ser tomado por la musa, por la creación, por la luz y quizás después viajar por el Universo sobre un hilo que el Sol suelte…


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