domingo, 28 de junio de 2009

Abstracto: Complejo

Clásicas firmes y sencillas, modernas células se mueren día a día conmigo, bailando energizadas por segundos que nos inventaron los amos del reloj, quizás sea todo una mentira, ojalá como la de los murciélagos esos con poder de invisibilidad que se me meten en la oreja y me quieren robar las ideas, por suerte siempre llevo conmigo la petaca de mi tatatatatatara abuelo, fundador vikingo que decidió no matar más focas y se puso un puesto de revistas subterráneas en el medio de Alaska, al lado de una antena vieja, oxidada, de esas que la colorada Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas plantó para comunicarse con Dios, mentira, mentira fue lo que les dijo a sus súbditos y solamente quiso mandar un sms (cuando nadie los había inventado aún, estamos hablando del 33 de agosto de 1969), para avisarles que salía Led Zeppelin I y los hippies se morían de tristeza, ahora, retomando el hilo del flujo ella me dijo “varón cortés y viril” a lo que yo agregué “sensible”, ella escupió una llama que me desintegró la cara, por suerte sacó de su diminuto porta maquillaje un cincel y martillo, con mucho esmero me dejó plantada la cara de la luna cuando nadie la ve, el encuentro es el de un poeta puto y hermoso que mató el franquismo, con un colombiano lisérgico y suicida, ambos tocan mujeres dentro de mi mochila, por dentro y por fuera, en el subte se asustan porque esta se mueve y cambia de colores, ahí tienen estos hijos de putas que aman viajar como sardinas hipnotizadas, de nuevo ella, me mandó un mail y gritando con voz de Polifemo con bronquitis, me pidió algo cálido y sugerente, contactémonos alocados y amorosos, cual Sofovich hablando bien del negrito Olmedo, en fusión perfecta con Luis Almirante Brown se me hubiera ocurrido llamar a nuestro show Besame la urna, pero no, ay, ay, ay, ella es tan delicada como mi respiración en este frío invierno madrugador que se vuelve hielo antes de penetrar en tus ojos, entonces a escasos 5 centímetros quedo y decido ir por la retaguardia, haciendo saltar primero el coxis, luego la quinta y sexta, séptima (no me voy a detener en todas las vértebras) alegres como meteoritos saltan y tranquila, se te adormecen las piernas y la cintura es pura rumba me repite el suicidado colombiano en sábana de fantasma, decía, tranquila que no vas a quedar como Michetti, esto es con amor….

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