lunes, 11 de enero de 2010

Cazador de sueños

Desperté
con un dolor
de rostro de niño
escondido.

Un látigo,
una mirada
que creí
sepultada.

Un despertar coagulado
de sangre seca.

Una sensación
furiosa en mi calavera
hostigadora
del campo inconsciente.

Necesito
quiero
¡te ruego!

Una bendición,
una poción
¡una legión!
de cazadores de sueños
para poder descansar
sin temblar.

No hay comentarios: