Con
su ojo derretido me mira,
susurra...
Un
quejido o lamento
no
logro distinguir
sin
sangre alrededor
no pienso
en heridas.
Sólo
mira
y
su ojo sigue en bajada,
nadie
ayuda
voceas
conocidas opinan sobre curas
mas
ninguna se materializa,
puro
palabrerío de rezos y plegarias,
ojalá
algún ángel, dios o demonio se apiade.
Ojalá
una luz
llene ese cuenco.
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