domingo, 8 de noviembre de 2009

Amor verdadero

El amor es una mierda me dijo hoy una amiga, que estaba de novia con un chico que conoció por msn. El detalle de estos tiempos modernos es que nunca se vieron, más que por la cámara de la computadora. El vivía en Japón, ella acá. Por supuesto que él la dejó vía Internet un sábado a la medianoche y ella se quiso cortar las venas, no literalmente, pero casi.

El amor es hermoso, me dijo hoy mi hermano por sms. “¡Te quiero che….soy feliz…espero vos también!”. Nunca desprecio ni voy a despreciar una muestra de amor, aunque sea por mensaje de texto. El amor fue mi hermano en ese atardecer dominguero.

El amor no existe me dijo un cartonero que revolvía las bolsas de basura, en la puerta de mi edificio. “¿Es perro o perra?”, perro le respondí y el loco lo acarició, me trató de usted y se fue con los cartones para la avenida Corrientes.

El amor es duro cantaba Bob Dylan en mi balcón…bueno, Life is hard en realidad, pero casi que casi, vida, amor, si no son sinónimos le pegan en el palo. ¿¡Acaso Lennon no viene predicando hace más de cuatro décadas que todo lo que necesitamos es amor!?

El amor son mis sobrinos me dice siempre uno de los pocos descendientes de los Sioux vivo, que tengo por amigo. Le creí. Con los míos me pasa lo mismo, hasta sentir que me dan ganas de ser padre y todo, y ahí mi fantasma freudiano me dice "¡Uooo tranquilo carapálida, primero cruzar río, luego plantar campamento!”.

Entonces luego de tanto sentir, de pensar, de buscar (y seguir buscando); creo que quien es merecedor del amor eterno, del amor inabarcable, infinito y todos los sinónimos que cantan los boleros; es esa persona a la que cuando llames por teléfono a las tres y media de la mañana en pleno invierno, frío, casi congelado de tanto frío, y le digas nervioso como en toda primera vez “¡Tengo que deshacerme de un cadáver…!”, quien te responda, quien te ayude va a ser el amor verdadero.