Sueño
que persigo un conejo
desnudo y pequeño,
de listón en listón salta
por el muelle flotante.
Alrededor y debajo
del sueño y mío
corre marrón el río
y el conejo sigue adelante,
no sé cómo llegué al muelle
no sé por qué quiero
el conejo ese.
El agua violenta se mueve
y a su ritmo el muelle,
el cielo cierra
y rayos libera,
no hay costa
que el conejo advierta
y el río
más se calienta.
Serpentea el muelle
y me sueño ahogado
olvidado, abandonado
por el conejo ese.
Como un clavadista
en el borde se para
y yo
con miedo y amor
a ese terror,
ruego que el río pare
deseo que el agua
me atrape.
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