martes, 30 de octubre de 2007

D10S existe


No solo que existe, sino que hoy es su cumpleaños. Inmortal, adicto, increible, verborrágico, autocrítico, gordo, cabrón, sincero; todo eso y más es D10S. Seis años tenía cuando vi el gol a los ingleses, aún hoy me sigue poniendo la piel de gallina. D10S es más que el fútbol, su figura es la más conocida en todo el planeta y eso se lo discuto a cualquiera

Feliz aniversario D10S, vas a seguir cumpliendo hasta el fin del mundo.





DIEGOTE PASADO Y CON VINCHA

lunes, 29 de octubre de 2007

FABIO ZERPA TIENE RAZON

Prendés la radio como todos las mañanas, para acompañarte mientras tomas unos amargos. Son las 5:59 de la mañana y en tu AM favorita "Que me van a hablar de amor" cantada por Julio Sosa, termina para dar comienzo al noticiero de la primera mañana. Repodrido de haber pasado el día anterior escuchando el discurso festivo de Cristina por todas las emisoras, pedís que por favor hablen de la vuelta del fútbol y del clásico con Huracán del próximo domingo. Pero la Galaxia es inmensa y se encuentra en constante expansión. No estamos solos. La radio escupe oraciones que vas hilando una detrás de la otra. "No pueden ser estas las noticias" pensas y ves como el agua caliente se hunde entre la yerba sin palo. El locutor habla de meteoritos cayendo en alguna parte del planeta. Agrega datos diciendo que objetos voladores no identificados con forma de platillos grises, están aterrizando en España, Turquía y Canada. Un bizcochito de grasa se mezcla con tu asombro, otro mate para digerirlo mejor. La voz del anunciador suena a desesperación con cada segundo que pasa. De los platillos, extraños y violentos seres descienden liquidando a cualquier humano que se les acerca. El locutor grita como loco, lo mismo está ocurriendo en todos los continentes, los cables de noticias llegan rápidamente y más extraterrestres hacen estragos.
Es un caos generalizado, vas hasta el balcón pero nada, el sol apenas se asoma. Sin embargo, muchos se suicidan, las comisarias y hospitales reciben llamados pidiendo ayuda. Las avenidas principales comienzan a desbordarse con los humanos yendo a trabajar, asustados, mirando al cielo con sus radiotransistores pegados al oído; sintiendosé como hormigas buscando un agujero.


El 30 de Octubre de 1938 Orson Welles le dio un susto bien grande al paranoico público de New York y New Jersey. A tu salud Orson, excelente chiste.


viernes, 26 de octubre de 2007

EL REY LAGARTO

"Mientras haya gente se recordarán las palabras y las combinaciones de palabras. Sólo la poesía y las canciones podrán sobrevivir a un holocausto. Nadie puede recordar una novela entera. Nadie puede describir una película o una pintura. Pero, mientras haya seres humanos, las poesías y las canciones continuarán"
J.D.M.



Awake.
Shake dreams from your hair
my pretty child, my sweet one.
Choose the day and choose the sign of your day
the day's divinity
First thing you see.

A vast radiant beach and cooled jeweled moon
Couples naked race down by it's quiet side
And we laugh like soft, mad children
Smug in the wooly cotton brains of infancy
The music and voices are all around us.

Choose they croon the Ancient Ones
the time has come again
choose now, they croon
beneath the moon
beside an ancient lake

Enter again the sweet forest
Enter the hot dream
Come with us
everything is broken up and dances.

Indians scattered,
On dawn's highway bleeding
Ghosts crowd the young child’s,
Fragile eggshell mind

We have assembled inside,
This ancient and insane theater
To propagate our lust for our life,
And flee the swarming wisdom of the streets.

The barns have stormed
The windows kept,
And only one of all the rest
To dance and save us
From the divine mockery of words,
Music inflames temperament.

Ooh great creator of being
Grant us one more hour,
To perform our art
And perfect our lives.

We need great golden copulations,

When the true kings murders
Are allowed to roam free,
A thousand magicians arise in the land
Where are the feast we are promised?

miércoles, 24 de octubre de 2007

TORMENTA DE AIRE

¿Cómo se ama?
¿Besando?
¿Acariciando?
¿Haciendo el amor?

Prueba...
Siendo honesto
siendo leal
siendo constante

¿Alcanza?
El dictador dijo
"No puedo permitirme la piedad"
¿Quién soy?

"De los débiles es"
Mi cuerpo atraviesa el aire
sin embargo vacío está
no puedo sentir su alma

jueves, 18 de octubre de 2007

LAS LLAMAS DEL ALBA


El Rosedal se veía tan desierto. Salvo por quienes navegaban en el lago. Los botes eran de fibra de vidrio, como todos los que alquilan allí. Con la diferencia que no eran botes comunes. El lago era una calesita, cables con cientos de bombitas de luz roja, azul, verde y más; lo adornaban. De palmera a palmera, dibujando una tela de araña de arco iris el carrusel daba vueltas en el agua. Las embarcaciones, en las que únicamente cabía una persona, tenían la forma de un auto. Sin vidrios, sin volantes, pintados de celeste, de rosado, de naranja y más. Adentro de cada uno de ellos llevábamos un pianito. Chiquito, transportable con una sola mano y liviano como siete plumas. Sus teclas, obviamente eran de colores, salvo que cuando tocábamos las melodías, se volvían blancas, retornando a su tonalidad original cuando otra sonaba. Primero fuimos uno, luego tres, más tarde cinco; hasta perder la cuenta. Entre todos surgió un maestro, un director que se hizo cargo de la orquesta. Sus anteojos no disfrazaban como su mirada interpelaba con hermosa sensibilidad su pianito. Su voz nos contagió, uno a uno fuimos cantando las palabras, atraídos y a la vez, alejándonos de la tirantez de nuestra piel.


Tu nombre sobre mi nombre
(Luis Alberto Spinetta)

Mientras el sol se filtra por mi ventana,
no sé si aquella luz,
regresa aquí...

No sabes como extraño mi calma,
no sé si voy a ser,
feliz así...

Dime mi amor
¿me perdí?
Dime porque,
no te ví,
y espero que te olvides mi nombre...

Mientras el sol se filtra por mi ventana,
la lluvia brinda su aire
en mí...

No sabes como extraño mi calma,
no sabes si voy a ser
feliz así...

Dime mi amor, ¿qué pasó?
No sé porque yo no fuí,
y espero
que te olvides mi nombre...

Solo espero que las brumas del alba,
traigan un nombre a mi vida...
Espero que las llamas del alba,
traigan un alma...

Bien sabes como extraño mi alma,
no sé si aquella luz se queda...

Sabes como extraño tu alma,
no sé si aquella luz se queda en mí...
Y espero que te olvides mi nombre...

Espero que las llamas del alba,
traigan un rumbo a mi vida...
Espero solo espero tu nombre,
sobre mi nombre en este día...

La eternidad busca un paso en tí
amor...
Es que la eternidad solo busca un paso en tí,
amor...






miércoles, 17 de octubre de 2007

SOLDADOS DE PERON


El 17 de Octubre de 1945 las patas sucias del pueblo, limpiaban el agua de las fuentes de Plaza de Mayo. Horrorizada, la oligarquía argentina, la misma que 31 años después iba a apoyar el terrorismo de estado de Videla, Massera y compañía; solamente atinaba a ver desde sus balcones de la avenida Callao.

Porque en la actualidad el alma del General vive entre nosotros, porque Menem lo hizo y alzó su bandera lo más alto que pudo para hundirnos, porque el Partido Justicialista nos une ante la dominación capitalista, desde este humilde y mordaz espacio; brindamos por los Soldados de Perón.

Como lo más probable sea que si Juan Domingo se levantara de su tumba ahí en San Vicente, (manco y todo), se pusiera en un muñon una motosierra y una ametralladora a repetición en el otro y fusilara en turnos de cinco minutos a Cristina, Lavagna, todos los Rodríguez Saa, todos los Menem y a cualquiera que actualmente este afiliado al Partido Justicialista; nos quedamos para beneplácito nuestro con la inapelable y gloriosa influencia del primer trabajador, en el justicialista rock nacional.




lunes, 15 de octubre de 2007

TRES COLORES

Te tengo tan cerca
casi dentro mío
ya no hay árboles
donde ocultarme

No te pienso
te siento
siguiendo a un diente de león
hasta llegar a vos

Me arden las manos al tocarte
detrás del vidrio te quiero
pero el mal necesita
pruebas para creer

Es una mezcla
de tu rostro y el mío
la útima barrera
que estoy desarmando

Es mi nombre
sobre tus labios
identificando sin palabras
todo lo que siento

El cansancio alcanza el climax
tantos soles hay
no puedo desperdiciarlos
en tristezas muertas

Tres colores hay
izando mi bandera
detengo la ansiedad
abordándolos con todo mi aire

martes, 9 de octubre de 2007

El más grande de todos


¡Happy birthday John! Algún día, la guerra terminará...

viernes, 5 de octubre de 2007

La danza de la lluvia

La cuestión era el agua. Haberse dado cuenta antes y se hubiera ahorrado tantos dolores. Desnudo iba caminando entre las piedras. El azufre le destrozaba la planta de los pies y las chispas saltaban como avispas defendiendo su panal. Una muy furiosa aguijoneó su pómulo izquierdo, haciendo que cierre rápidamente sus pestañas. Aún sus reflejos funcionaban. La tierra estaba terriblemente enojada, aumentaba su temperatura llevando las llamas tan altas que ni el mismo Lucifer hubiera imaginado un cielo tan rojo. Derramaba su sien transpiración, arrastrando al resto del cuerpo a la misma marcha. Las gotas caían al piso y se evaporaban, muriendo en el aire, sin poder llegar al oculto cielo para ser nubes y comenzar el circuito del vital líquido. Sobrepasado de sal, las tres cuartas partes de su cuerpo perdían la melodía de sus moléculas. Cuevas oscuras escribían oraciones en forma de azotes, cortando la unión con el centro.

“No vendría mal un trago de agua” pensó. Sediento y acalorado, debía seguir parado, todo el terreno ardía y no había sitio donde recostarse o sentarse. Las ampollas no invadían la piel, pero el miedo advertía. El turbulento ruido de motor avisó. A lo lejos, entre las hogueras un colectivo se aproximaba. Achinó los ojos, el número se escondió, “¡Los colores¡…..mmmmm rojo, celeste, blanco……¡el 184!”. Sin vereda, calle o parada que indicara la zona de detención, extendió su brazo derecho y detuvo al vehículo. Su deducción fue correcta, en palabras ciento ochenta y cuatro tenía escrito el ómnibus. Desinflándose la puerta delantera se abrió, nadie conducía aunque ello no le llamara la atención. Clausurada la máquina de monedas con una cinta de metal negra en la ranura, pasó sin pagar. El calor no había disminuido, adentro también hacia un calor infernal. Y además, el cuero agrietado del asiento raspaba su piel. El paisaje tampoco cambiaba: más azufre, piedras enormes echando vapor moribundo, llamas cada vez más altas, ninguna señal de vida alrededor. Aburrido de mirar por la ventana, con las manos sobre sus rodillas, sus ojos bajaron a la butaca de enfrente. La fría agarradera de metal oficiaba de techo a una inmortal leyenda escrita con liquid paper: “Proba amar”. Para cuando iba por la centésima vez que la leía, el colectivo se detuvo apagando todas sus luces y abriendo sus puertas. Sed, más sed que nunca. Descendió en medio de un páramo desértico. No hacía calor, no había fuego, no había azufre. Solo una inabarcable extensión de dunas y arena, continuando más allá del circular horizonte. Era de noche, pelado el cielo, salvo por la luna. “Proba amar”, nuevamente volvió a pronunciarlo, esta vez en voz alta, aunque solo él lo escuchara. Pero se sentía bien, tomaba vida en palabras, se hacía material en esa realidad fuera de su cuerpo. Casi podía tocar la oración y jugar con ella, esculpiendo en medio del frío. Nuevamente la sed. Seca la garganta, escurrido el corazón, la piel reseca con los labios cortados escupían furiosa saliva. El agua, al asunto era el agua. Quería desarmar las tres cuartas partes de su cuerpo y bebérselas.

“Proba amar”. Como si hubiese una sabiduría milenaria en el sillón del colectivo, la frase galopaba al ritmo de una manada de elefantes. Observó las palmas de sus manos resquebrajándose, pedacitos de piel se salían con solo soplarlos. Las alzó hasta sentir los cráteres de la luna. La tomó dulcemente, llevando sus dedos, correteando por ahí como adolescentes nerviosos y excitados. Pacientemente fue besando el espacio, buscando un oasis. Explorando, necesitaba hallar sus labios. Frotar el centro nervioso del placer, recorriendo su superficie carnosa, horizontal, vertical; las posiciones se entremezclaban y el cuerpo regulaba su temperatura sin importar el clima exterior. Arqueó sus rodillas, rodeándola sin una posible escapatoria. La sequedad mutó en humedad, la piel reseca se desprendía dando vida a otra nueva. Rayos eléctricos brotaban de la fricción. Nubes cargadas se reproducían con intensidad. Truenos y relámpagos estremecían el escenario. Una, dos, tres, cuatro….. en gotas finas de agua fueron convirtiéndose, gotones consistentes luego, continua lluvia eran.

martes, 2 de octubre de 2007

Un sueño...



Su Padre alumbraba el nuevo día.. Con los rayos evaporaba las gotas del rocío nocturno. “Mañana su luz curará nuestras heridas” dijo uno. “¡Secando la lluvia que limpia la sangre de la batalla!” gritó otro y alzando sus armas, todos se ataron a un mismo aullido. Mientras el multitudinario ejército comenzaba la marcha. A paso cansino los miles de guerreros y criaturas pasaban entre los árboles. Los hombres ciervo llevaban la delantera, allanando el camino con sus arcos y flechas. Adonde él mirara, los distintos batallones avanzaban: lanceros, centauros, caballeros, lobos. No llevaba puesto los guantes. La yema de los dedos acariciaban las plumas de su montura. El pico dorado soltó un graznido de guerra, inflando el cuello y alejando a los soldados acompañantes. Arrogantemente irguió su cabeza, recorriendo con la vista el verde paisaje de la planicie. El lo calmó palpándole el pico. Rey en la tierra y rey en el cielo, el grifo estiró aún más su cuello en señal de lealtad.

Extenso y nervioso era el camino a recorrer. Para amenizarlo en comunión con el resto, sacó la lira de Apolo y comenzó a cantar. Estrofas pidiendo buena fortuna y valentía para la lucha entonaron todos juntos. Luego de varios minutos, el boca a boca llegó hasta allí, informando que debían ir más rápido. A la mitad del canto guardó la lira y sin decir palabra, ordenó al animal avanzar raudamente. Las patas de león tensaron los músculos, las alas airearon sus plumas para el despegue; y como un rayo entre los soldados que se corrían de su trayecto, la criatura tomó velocidad. Desgarrando el aire se elevó hasta las nubes como si fueran uno solo, con toda su fuerza las alas desplegaba llegando al frente del batallón. Bien alto sus filosos ojos detectaron al enemigo. Un amplio valle aguardaba a los adversarios para el encuentro.

El grifo acomodó sus extremidades plumíferas junto al cuerpo, iniciando el descenso. Una vez en tierra, el guerrero desmontó de su amigo. En un dinámico movimiento la bestia nuevamente volvió a despegar; solitaria. Un grito de infinito vacío pobló el lugar. De rodillas cayó al ver las alas perderse entre las nubes. Golpeando la tierra preguntó al pasado más antiguo, trayendo al presente la leyenda de la unión de por vida del humano y el grifo. El golpeteo metálico de los oponentes levantó su cabeza, aplomados en el horizonte avanzaban. Irguió su cuerpo aferrándose al mango de su espada. Lloró en soledad, escondido del sol. Dio media vuelta con el dolor del alejamiento como capa, caminando hacia donde los generales para recibir las órdenes de combate.